Un estudio encuentra que la actividad humana en Curazao comenzó siglos antes

Una nueva investigación realizada conjuntamente por la Universidad Simon Fraser (SFU) y la Fundación Nacional de Gestión de la Memoria Antropológica Arqueológica (NAAM) en Curazao ha retrasado por siglos el asentamiento humano más antiguo conocido en la isla, arrojando luz sobre la historia del Caribe precolombino.

El Proyecto Paisaje Cultural de Curazao, iniciado en 2018, implica una colaboración internacional destinada a comprender los cambios a largo plazo en la biodiversidad en la isla y su correlación con las actividades humanas.

Publicados en el Journal of Coastal and Island Archaeology, los hallazgos del proyecto indican una presencia humana en Curazao que se remonta a 5735 – 5600 cal BP, aproximadamente 850 años antes de lo que se creía anteriormente. Se llegó a esta conclusión mediante la datación por radiocarbono de muestras de carbón recolectadas de un sitio del período Arcaico en Saliña Sint Marie, ahora reconocido como el sitio arqueológico más antiguo de la isla, utilizando espectrometría de masas acelerada.

Christina Giovas, profesora asociada en el Departamento de Arqueología de SFU y codirectora del estudio, destaca la importancia de este descubrimiento en el debate en curso sobre el asentamiento del Caribe y los orígenes de su gente. Ella sugiere que esta nueva línea de tiempo sugiere un movimiento simultáneo de personas desde el continente hacia las islas del norte y Curazao.

Si bien se requieren más investigaciones para confirmar esta hipótesis, Giovas enfatiza que indica una exploración de las islas frente a la costa occidental de Venezuela antes de lo que se suponía anteriormente, lo que ofrece una base para estudiar las interacciones entre humanos y el medio ambiente en la región.

Claudia Kraan, subdirectora de NAAM y líder del estudio, subraya la importancia de la investigación continua para descubrir nuevos conocimientos sobre los antiguos habitantes de la isla, enfatizando que el conocimiento arqueológico es dinámico y evoluciona con la exploración y el análisis continuos.

El proyecto involucró a estudiantes universitarios de arqueología de SFU que participaron en una escuela de campo internacional de cinco semanas en Curazao en el verano de 2022. Ayudaron en la topografía, mapeo y excavación de los sitios del proyecto, presentando sus hallazgos a la comunidad local. En estrecha colaboración con voluntarios locales y la Fundación NAAM, los estudiantes adquirieron experiencia práctica en arqueología ambiental, explorando las interacciones entre humanos y el medio ambiente a lo largo de la historia y su relevancia para los esfuerzos de conservación modernos.

La iniciativa tiene como objetivo mejorar la capacidad arqueológica local, facilitar la movilización de conocimientos y crear conciencia sobre la rica historia de la isla. Los planes para futuras escuelas de campo en 2025 profundizarán más en la transformación de la isla a lo largo del tiempo, proporcionando lecciones valiosas para futuros esfuerzos de conservación.

Los socios del proyecto incluyen SFU, la Fundación NAAM, el Instituto Max Planck de Geoantropología, la Universidad de Queensland e InTerris Registries.

Comparte esta noticia